Por María Teresa Guerrero
16/01/2012

La información sobre un suicidio masivo a través de los medios, desató la
solidaridad, la alarma y las críticas a las políticas oficiales, tanto federales como
estatales. Las primeras por la poca importancia que se le ha dado a la emergencia
alimentaria provocada por la sequía y las segundas por la insuficiencia de las
despensas entregadas en los meses de diciembre de 2011 y lo que va hasta la primera
semana de enero 2012, esto porque de los 22 municipios del estado declarados en
emergencia alimentaria, sólo se habían apoyado a menos de la mitad. Además de que
las entregas de despensas se han realizado principalmente en los poblados que se
encuentran cerca de las carreteras y cabeceras municipales y no en las comunidades
más apartadas de la sierra.
Con el fin de prevenir la falta de alimentos básicos, maíz y frijol, fue señalado por las
organizaciones campesinas de la entidad como “desabasto de alimentos”. Después de
la movilización de finales de octubre pasado, las organizaciones campesinas firmaron
con el gobierno del estado el Acuerdo de emergencia alimentaria, humanitaria y
ecológica para el estado de Chihuahua.
Cuando el Presidente Felipe Calderón vetó la resolución del Congreso de la
Unión en la que le ordenaban destinar, recursos con el fin de enfrentar la emergencia
provocada por la sequía, el gobierno federal manifestó una vez más su insensibilidad
social del actual régimen panista. La argumentación ofrecida por Calderón fue que
no tenía de donde obtener los 10 mil millones de pesos para hacer frente al acuerdo
aprobado por los legisladores. La actitud del ejecutivo provocó la inconformidad que
se ha manifestado en la movilización del lunes 16 de enero de las organizaciones
campesinas hacia la ciudad de México con el fin de presentar sus demandas y
propuestas a la Cámara de Diputados y al gobierno federal.
Mientras permanece la insensibilidad federal y la entrega de despensas no acaban
de llegar a los más necesitados, irrumpió en los medios cibernéticos e impresos
la “noticia” de los suicidios en masa de 50 hombres y mujeres tarahumaras. A los
periodistas no se les ocurrió solicitar información a la Fiscalía del estado, y anduvieron
preguntando si los tarahumaras se suicidaban.
El Lic. Carlos González Estrada vocero de la Fiscalía general del Estado de
Chihuahua nos informó vía telefónica que en la sierra durante el 2009 hubo 31 casos
de suicidios, en 2010 31 casos y en 2011 se registraron 26 casos de los cuales 3
fueron de tarahumaras. Con esta información se desmiente las declaraciones del Sr.
Ramón Gardea.
Sin embargo, la falta de alimentos básicos es un problema que apenas empieza
en la región tarahumara y en el estado. En el caso de la Sierra históricamente ha
existido un déficit anual en la producción de maíz y frijol, según la Consultoría Técnica Comunitaria AC la producción promedio por hectárea es de 531 kg.de maíz, cuando
una familia de cinco miembros necesita para consumo humano y animal 1 tonelada
anual. Con esta producción promedio el maíz que levantan las familias les dura hasta
seis meses, lo que representa que el resto del año tiene que comprar maíz o maseca
para cubrir sus necesidades básicas.
No hay duda de que siempre ha habido sequías, sin embargo ahora nos estamos
enfrentando a fenómenos un tanto cuanto desconocidos, como el aumento del calor
más altos de los 45º , los fríos secos extremos, las lluvias torrenciales tardías, la
presencia de plagas, la falta de invierno entre otros. Estos fenómenos tienen que ver
con el cambio climático a los cuales se les suman la sequía prolongada de 14 meses.
A causa de la sequía en el ciclo agrícola 2011 se perdió en la Sierra Tarahumara más
de 80% de la cosecha de autoconsumo de más de 34,000 familias tarahumaras; lo que
significa que no obtuvieron el maíz y el frijol que anualmente levantan para el sustento
familiar.
Las familias tarahumaras en estas condiciones tendrán que buscar los granos
básicos para su alimentación, como generalmente lo hacen cuando les falta el maíz
y el frijol, saliendo a trabajar en las huertas manzaneras, los campos agrícolas
de Sinaloa y Sonora o emigrando temporalmente a las ciudades del estado como
albañiles, cargadores y las mujeres en el servicio doméstico.
Lo dramático de la situación es saber que la escasez de granos básicos se
agudizará a partir de finales de febrero de 2012 hasta que lleguen las lluvias en junio
y julio, si es que las hay, si no, el problema se tornará, ahora sí, más complejo porque
la escasez se alargará durante todo el 2012 y mediados del 2013 hasta que llegue el
siguiente ciclo agrícola.
De tal modo que la gravedad de la situación debiera llamar a la responsabilidad de
los gobernantes y a la solidaridad de la sociedad con el fin de unir fuerzas, por una
parte para resolver el problema inmediato que es tener que comer, bajo el principio
de ayuda humanitaria. Por otro, hacernos conscientes que los desastres ambientales
como la sequía que nos aqueja tiene causas complejas, que se pueden identificar en el
orden estructural de la sociedad porque tienen que ver directamente con la forma como
se explota la naturaleza. Pero también tiene que ver con la forma de actuar de cada
uno de nosotros en relación al medioambiente, es decir, si nos vale madre o actuamos
con responsabilidad en relación al uso de bienes como el agua, la energía eléctrica,
el combustible gasolina, los alimentos, mismos que tienen que tienen su origen y sus
efectos en el entorno que vivimos.
Talar árboles sin considerar que son un bien necesario para regular el clima.
Contaminar el agua sin entender que es un bien limitado e imprescindible para la vida.
Explotar los montes para sacar minerales sin entender que por cada onza de oro se
requiere remover 4 toneladas de tierra y 10,000 litros de agua revuelta con cianuro por
hora para lavar esos montones de tierra; son las formas estructurales en que se lucra
con la naturaleza. Podríamos citar cientos de ejemplos, de la manera voraz como los
seres humanos se relacionan con la naturaleza.
Por otra parte, cada uno de nosotros nos hemos hecho egoístas y no vemos más allá de las narices, sin pensar el daño que causamos al medioambiente por motivos egoístas e “importa madres”. Es por esto que el cambio climático nos incluyen a todos, empresas depredadoras, gobiernos irresponsables, ciudadanos inconsciente que depredamos el planeta que nos alberga y al cual le debemos la riqueza biológica y cultural, así como la existencia de la especie humana.
La sequía que azota a varios estados de la república entre ellos Chihuahua, el
hambre de los más pobres, requiere mayor seriedad para ser abordada, sí en un
plan de emergencia alimentaria que contemple no sólo la entrega obligada de granos
básicos y despensa, sino sobre todo, un plan a mediano y largo plazo que contemple
la producción local de alimentos de los agricultores de riego, campesinos de temporal
y pequeños familias agricultoras como la indígena con el ánimo de producir lo que
consumimos y no estar dependiendo de la ayuda alimentaria. Este plan deberá
contemplar la búsqueda de soluciones locales para la mitigación del cambio climático.
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